Surge en la época 1960 incorpora cualquier medio para crear una experiencia
visceral o conceptual en un ambiente determinado. Utilizan directamente el
espacio de exposición, la obra es transitable por el espectador y este puede
interaccionar con ella. Por lo general, el término se aplica a espacios
interiores. Considerando que las intervenciones exteriores son llamadas a
menudo Land art; sin embargo, se superponen los límites entre estos términos.
El género incorpora una muy amplia gama de materiales cotidianas y naturales,
que a menudo son escogidos por sus cualidades evocadoras, así como de los
nuevos medios de comunicación, como vídeo, sonido, performance, y el internet.
Muchas instalaciones son específicas del sitio en que están diseñados para que
sólo existen en el espacio para el que fueron creados, comenzó a tomar un
fuerte impulso a partir de la década de 1970.
Inician este movimiento Marcel Duchamp usando objetos cotidianos
resignificados como obra artística, otros Helio Oiticica, Bruce Nauman, Joseph
Beuys, Daniel Buren, Wolf Vostell, Nam June Paik, Marcel-Broodthaers o Antoni
Muntadas.
Obras de arte de instalación han sido construidas en los espacios de
exposición, como museos y galerías, así como público – y espacios privados. Los
artistas por lo general incorporan el espacio de demostración, tomando este
espacio como un elemento más de la obra, sean estos espacios públicos museos,
galerías de arte o espacios urbanos diversos.
Puede incluir cualquier medio, materiales naturales hasta los últimos medios de
comunicación (video, sonido, internet, plasmas). Algunas instalaciones son
sitios específicos de arte sólo pueden existir en el espacio para el cual son
creadas.
La importancia cuando se experimenta el arte de instalación, apunta hacia el
descuido de la teoría de la imagen platónica tradicional. En efecto, toda la
instalación adopta el carácter de simulacro o estatua defectuosa: deja de lado
cualquier forma ideal en favor de optimizar su apariencia directa frente al
observador. La instalación opera completamente dentro del ámbito de la
percepción sensorial, en un sentido “instalar” al espectador a un sistema
artificial que apela a su percepción subjetiva como su fin último.