jueves, 15 de diciembre de 2016

OLEK Y SU NUEVA EXPOSICIÓN EN SEVILLA.

Olek, estuvo en 2013 realizando la exposición Santa Ágatha, la torera, para la galería Delimbo. Mientras estuvo en la preparación de la exposición asistió a cursos de flamenco, una corrida de toros y colaboró con la diseñadora Pilar Vera en la confección de un traje de flamenca hecho de croché.


«Me interesa el balance entre lo masculino y lo femenino, la lucha encarnada en el ruedo. Me gustaría ejemplificar ese juego de energías entre el toro y el torero envueltas en la espectacularidad de una corrida», defiende Olek. De hecho, «la torera» es la coletilla que acompaña el nombre de su exposición en Sevilla. «La torera es porque lucha por sus derechos, por su independencia. El torero es esa persona que tiene valor. La torera es porque lucha contra esa masculinidad retrógrada», explica la neoyorquina. Para transmitir su mensaje, usará hilo y aguja.
«Para mí, el crochet es la lengua con la que me comunico con el mundo. Al igual que en cualquier pieza de croché, todo está interconectado, si se corta un hilo se deshace el todo», argumenta la artista. «El croché se puede hacer y deshacer, como un bucle, algo sin final. Todo es una espiral, algo inacabado. He ahí una simbología interesante de esta técnica», defiende la neoyorquina.
Pero, ¿es arte? «Mi abuela hace croché pero no hace arte; la gente pinta pero no necesariamente hace arte; el croché, al igual que la pintura, es la técnica. El significado se lo doy yo. ¿Algo habrá en mi obra para que haya entrado en museos de arte contemporáneo?  Todo puede llegar a ser arte pero no todo es arte, sentencia Olek. 
«¿Hace Duchamp arte? Lo que es y lo que no es  arte no está definido, no hay una frontera, lo importante es que al ver una obra te transmita algo y provoque un cambio. Eso es lo importante, no que alguien interprete mi obra como arte o no arte», defiende la neoyorquina.

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